lunes, 30 de marzo de 2015

Capítulo 3. (Como esquivar al amor)

Yo pensaba que sabía lo que era un beso… estaba claro que no. Nunca me habían besado como lo hacía Damián, aplicando la fuerza, la suavidad, la pasión necesaria para hacer que toda yo se convirtiera en una hormona flotante.

Sus labios eran perfectos, sabían perfectos. Me costaría mucho olvidar como se sentían bajo los míos.

Cogió mi cabeza y la cambio de posición, dándole un acceso ilimitado a mi boca.
Me saqueo con la lengua, probo cada parte de mi boca, mordisqueo mi labio. Me hizo el amor en un beso delante de Enzo y Gema y yo no podía hacer otra cosa que responderle.

Alcé las manos al cuello para acercarlo más a mí. Le revolví el pelo desesperada por él, por su beso. Quería mas, lo quería todo.

Casi me muero cuando lo sentí gruñir en mis labios. Definitivamente era lo más erótico que había sentido en mi vida…

Suspire aparatosamente recordándolo. Hacía ya una semana del beso y Damián parecía echarme a culpa a mi cuando claramente lo había empezado él.

Estaba metida en la bañera, el agua cubriendo todo mi cuerpo. No conseguía quitármelo de la cabeza, y no era de extrañarse, mirase donde mirase ahí estaba.

Damián en el instituto, Damián en la comida, en la cena, en el cuarto de baño. Yo no era nada quisquillosa en cuanto a compartir baño, entendía perfectamente que al tener la casa dos baños, uno lo compartieran Tigao y mi madre y el otro yo y Damián. Pero hoy, deseaba poder quedarme aquí todo el día sin hacer nada. Desgraciadamente no podía.

Mire el reloj del móvil, en menos de veinte minutos Damián terminaba su entrenamiento y vendría corriendo a ducharse, hoy era la fiesta de bienvenida y nuestros padres sabían que íbamos a ir, eso sí, cada uno por su lado.

Salí del agua y me envolví en la toalla. Llegué al espejo del baño para poder verme, pero estaba empapado de vapor. Ojala yo pudiese de poner una cortina de vapor entre Damián y yo, ya que según Enzo, no sé esconder mis emociones y la gente sabe perfectamente como me siento. Si eso es verdad, Damián sabe que me gusta, y no creo que eso sea bueno.

Levanto mi mano al espejo y escribo en el “No me gustas”. Me quedo mirando mis palabras, intentando creérmelas pero Damián esta en todo. Y eso lo hace difícil.

Saco el secador apuntando al espejo y lo desempaño. Cuando ya me puedo ver me seco el pelo, me visto con la ropa que había elegido, un mono corto de color negro y tirantes. Oigo un golpe en la puerta, mi estomago se tensa.

—Ya salgo, — recojo las cosas y voy a mi cuarto. No pasan ni dos minutos hasta que escucho la puerta del baño cerrarse.

Todo esto sería más fácil si Damián hubiese querido hablar conmigo después del beso. Pero no quería nada. Simplemente no podía mirarme a la cara y eso duele más que nada.

Cuando paró de besarme me miro como su hubiese cometido el mayor de los pecados, me soltó como si quemara y se fue. No me dirige la palabra desde entonces, aunque eso no me preocupa, nuestra relación siempre ha sido así. Me preocupa lo que vi en sus ojos, enfado... u odio, no sé muy bien.

Termino de arreglarme, miro la hora y le mando un mensaje a Enzo y Franjo. Enseguida me dicen que ya están listos.

Me calzo unas botas con poco tacón y bajo a toda leche la escalera. Afuera ya me están esperando montados en un coche.

—Me encanta tu mono. Ojala yo cupiera en uno de esos—, dice Franjo.

—Estas buenísima cari. Estoy deseando emparentarte con alguien, — comenta Enzo. Me rio ante su comentario. No me interesa nadie. Bueno si me interesa, pero nuestra relación ahora mismo es una mierda.

Entramos a la discoteca dándolo todo. Bruno Mars resuena en mis oídos y me encanta. Nada más llegar nos cruzamos con dos chicas de clase. Se paran a saludar y hablamos un rato entre risas y cerveceo. Lo paso genial y eso que la noche acaba de empezar. Miro a mi alrededor, hay mucha gente que no conozco y el local esta a reventar. Al parecer ha venido gente de otros institutos e incluso de la universidad.

Bailo como una loca con Enzo y Franjo. En la pista de baile conozco a Eli y Marina, dos chicas de otra clase, pero de mi misma edad e instituto.  De vez en cuando salgo a fumar. No he visto a Damián en toda la noche lo cual me inquieta por que se supone que debe de estar aquí.

— ¿Te queda mucho?, pregunta Marina señalando mi cigarro.

—Lo acabo de empezar, vete dentro si quieres que ahora paso yo, — asiente y se va. No la culpo hace bastante frio fuera comparado con el calor de dentro y ninguna trae chaqueta.

Fumo perdida en mis pensamientos. Nadie sabe que me besé con Damián, o al menos eso creo, y es raro teniendo en cuenta que en el instituto se enteran de todo. Alguien se pode detrás mío y me pasa un brazo por lo hombros, intento apartarme pero me tiene sujeta. Lo miro, es el chico punky, el de clase.

— ¿Fumando sola? — su llegada y su intento de darme conversación me descolocan un poco.

—Sí.

—Bueno, —dice sacando un paquete de tabaco. — Ya no estás sola. — Se lo enciende. —Y… ¿De qué conoces a Damián?

Mi risa es nerviosa, no sé exactamente como contestar a eso.

—Esto… vivimos en la misma casa. —Al chico le cambia la cara. No sale de su asombro.

—No sabía que lo vuestro iba tan enserio, — espera ¿Qué?

—No…

—Tranquila no se lo diré a nadie. No quiero enfadar a Damián, soy su amigo. Solo que es muy reservado y tenia curiosidad, — vuelve a pasarme el brazo por los hombros y me acerca más a él. —Se guardar un secreto.

Cuando voy a negarlo completamente, alguien me aparta de golpe. Caigo contra un pecho ya conocido y un olor más conocido aun. Me embriagan los sentidos, es mi droga personal.

—Darryn, ¿Qué está pasando aquí? —gruñe Damián. Por un momento me veo tentada a decirle “a ti que te importa”.

—No te preocupes, —dice Darryn negando con la cabeza y levantando los brazos como si hubiese cometido un delito. —Simplemente le hacía compañía, nada más.

Damián contesta apretándome más contra su pecho.  Eso me enfurece. Me suelto y lo encaro. Darryn se va y estamos solos.

—No te quedes sola con él, Ina.

—A ti no te importa con quien me quede sola, — es la primera vez que lo escucho llamarme por mi nombre. Eso me descoloca y me gusta a partes iguales.

—Eres un problema, ¿sabes? Todo es un problema.

— ¿Qué? Eres tú el que se comporta de manera extraña, no hay manera de que te entienda. —Se echa las manos a la cabeza. Parece frustrado. ¿Qué le pasa?

—No lo entiendes. Eres un problema, —dice negando con la cabeza.

Me mira de arriba abajo, mojándose los labios y se acerca más. Si antes estaba nerviosa, ahora siento que se me va a salir el corazón. Si está pensando en besarme la respuesta es un SI, en mayúsculas.

Abre la boca para decir algo, pero se lo piensa mejor. Con una última mirada se da la vuelta y se va dejándome sola.

Lo sigo con la mirada. En su moto hay una morena a la que nunca había visto. Algo se remueve en mí. Se va con ella.

Me da rabia. Él con esa y yo sola. Pero esto es una fiesta, asique vuelvo dentro y empiezo la fiesta de verdad. Olvidándome de Damián. Al cabo de dos horas he bailado con casi todos los chicos de clase, me he reído mucho y estoy bastante borracha. Es la primera vez que estoy así. Tengo ganas de vomitar. Mi plan de divertirme se me ha ido de las manos. Alguien me empuja contra él.  Creo que es Enzo pero no distingo bien su cara.     
    
Miro concentradamente su pecho y reconozco la camisa. No es Enzo, es Franjo. Me dice algo, pero yo solo escucho murmullos.

Tengo mucho sueño y todo me da vueltas. Es una sensación muy desagradable. No quiero sentirme así nunca más.

De repente siento el frio de la calle contra mí y tiemblo. Otra fuente de calor me arropa y yo me dejo caer sobre ella.

Después algo se mueve… y vuelve el frio otra vez. Por un momento me quedo sin mi fuente de calor, pero después vuelve y más fuerte, mas cálida. Me acurruco mas, escondiendo mi cara y mis manos en la fuente de calor. Todo se mueve, todo se va. Balbuceo algo, pero no se qué, solo quiero que la fuente de calor no me deje. La siento demasiado bien contra mí. Creo que podría haberle pedido que se quedara conmigo, que no me dejara sola. Luego me muevo, pero ya me he ido.  


Abro apenas mis ojos, mi cabeza va a estallar. Siento nauseas. Pongo mi mano en mi frente. Se siente bien tocar ese lugar. Frunzo el ceño… que raro. Me levanto de la cama y busco ibuprofeno en mi bolso. Miro el reloj, ya son las dos de la tarde. Mi madre no tardara en subir y desapestarme para comer. Pero hoy no tengo ganas de comer nada. Me siento demasiado mal.

Miro hacia abajo, voy en bragas y sujetador, y yo nunca duermo así. No recuerdo muy bien como llegue a casa. Solo a Franjo llevándome al coche. No me gusta la sensación de no saber que paso. No volveré a beber en mi vida.

Al salir al pasillo me encuentro con Damián que me mira de arriba abajo. Por un momento nos miramos con una intensidad desconocida. Damián mira mis pechos… ¡ay madre! Voy medio desnuda.

Me ruborizo como una loca. Por un momento me avergüenza no tener ropa interior más bonita. Mis bragas y sujetador negros de algodón no son muy sexys. Me auto-convenzo que ha sido como si estuviéramos en la playa. Solo que con un biquini feo y yo con cara de resacosa-pervertida.

—Eres un problema, —murmura.

Recuerdo la conversación con el ayer. ¿Por que soy un problema? No lo entiendo.
Corro al baño y me encierro para ducharme. Me hace falta despejarme. Me miro, parezco un mapache con el rímel por toda mi cara. Que embarazoso.

  Sigo pensando en el final de la noche de ayer. Tengo lagunas por lo que tendré que preguntarle a Enzo que pasó.

Pienso en Damián, soy un problema, o eso dice. ¿Por qué?
Al salir de la ducha encuentro la respuesta. Siento como si el suelo se moviese. Mi corazón se acelera demasiado para su bien. Mi mañana cambia por completo y las cosas se enredan aún más.
Miles de mariposas me asaltan. Tengo ganas de saltar, de celebrar de reírme todo a la vez. No me esperaba esto ni en sueños.

El espejo esta empañado otra vez, y puedo ver la frase que escribí en el, solo que ahora mi compañero de baño a escrito algo debajo.

Debajo de mi “No me gustas” hay una simple frase que lo cambia todo.


“Tú a mi si”  



Hola¡¡ espero que os guste¡ :) (L)

1 comentario:

  1. Ahhhh no me dejes asiii! estoy superpicada a Damian quiero saber maaaas 😢😢😢😢😢

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